Si hoy parezco monosilábico.
Índice canalla de estas páginas:
los cristales que se fabrica el viento,
el desconcierto de algunos recuerdos,
las conversaciones pornográficas.
Más me alejo cuanto más me acerco.
Si pienso voy recto ando torcido.
Cuando hablo demasiado, poco explico.
Al no decir nada suelto veneno.
Puto oficio de poeta-forense
(la anatomía de algunas palabras,
disección, desinfección, aguafuerte)
esa frustración (nunca pasa nada)
de crear algo y siempre sale inerte:
como dice el cantante mi tren que pasa.
(y no puedes hacer nada, subes o bajas, vas o vienes, hablas o callas, da igual, nunca pasa nada; encender o apagar la luz, da igual, nada tiene importancia si no te revienta alguna neurona en el cerebro o produce un escalofrío o dos o tres… puedes contestar al teléfono o no hacer nada si suena y estás tan lejos que parece sueñas cuando te ves a ti mismo, quién te lo iba a decir, metiéndote siempre en líos pero a pesar de todo conservas la calma porque sabes que nunca va a pasar nada digno de ser mencionado que no esté escrito de antemano. Pero es lo que tiene haber deseado algo y que se haya cumplido)